domingo, 16 de julio de 2017

Cuerpos de Gloria: Cuerpo de Resurrección y Sambogakaya


CUERPO DE RESURECCION

SAMBHOGAKAYA


El cuerpo Sambhogakaya se define como el cuerpo de Voz, del habla, de la energía, del gozo, de la revelación. En este cuerpo viene a manifestarse todas las infinitas posibilidades, que el verbo puede crear en el espacio. Si el cuerpo Nirmanakaya utiliza la forma física para ser escuchado, el Sambhogakaya es la propia Voz o Verbo.
Dice el Venerable Traleg Rimpoche:

"El Sambhogakaya está conectado con la comunicación, tanto a un nivel verbal como no verbal, y está también asociado con la idea de relación, así que esta palabra aquí significa no solo la capacidad de utilizar palabras sino la habilidad de comunicarse a todos los niveles. Tanto los aspectos del Sambhogakaya como del Dharmakaya están ya encarnados dentro de cada ser sintiente, y la fructificación es una cuestión de llegar a esta realización".


El hecho de que estos cuerpos ya estén encarnados en nosotros, es debido a que los cuerpos son y pertenecen al Ser, porque son de su propia sustancia.

Son numerosas las analogías entre el Sambhogakaya y el cuerpo de Resurrección, a tal modo que, según la tradición budista del Tíbet, cuando uno logra la realización en el cuerpo Sambhogakaya, puede llegar a obtener el cuerpo de Arco iris, donde los elementos del cuerpo físico son disueltos en su esencia, surgiendo este cuerpo luminoso y multicolor, a semejanza de un arco iris, donde las luces arquetípicas de los Dhyani Budas florecen.
En el cristianismo el cuerpo de Resurrección viene a manifestarse a partir de la cena de pascua, consumándose su logro o realización en la cruz de la muerte, donde se viene a matar a la misma muerte, logrando la resurrección. En este periodo el Cristo vive toda su pasión y muerte, que incluye previamente todo el proceso de la segunda montaña. Observemos la siguiente analogía sobre el verbo dice así el evangelio de Juan 19:26-27:
26 Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba (Juan), que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.

27 Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.

                                           Reina-Valera 1960.



El discípulo a quien se refiere Jesús es Juan, que como ya sabemos gnósticamente representa el Verbo. Lo que significan estos versículos, es que el cuerpo de resurrección en su momento más excelso cuando Jesús en la cruz va a traspasar el umbral de la muerte, para matar a la muerte, Juan el Verbo se hace carne, es decir logra cristalizar el verbo toda su plenitud y por ello se convierte en hijo de la madre de Jesús.

Entonces el cuerpo de resurrección culmina su proceso con el poder del Verbo, como nos enseña el Maestro Samael:

“Ciertamente, el Maestro Interno es la Nota Síntesis de todas las notas: es el Dios que llevamos dentro. Es el Verbo”.

Mientras que el Nirmanakaya ofrece un cuerpo físico para manifestarse y ser escuchado, el Sambogakaya, es la voz, la palabra y permanece en su formato de energía, como vibración, como tattva, como colores, de donde surgen las revelaciones con sus ilimitadas formas.
Concretemos un poco más la visión o idea de los Kayas, dice Venerable Traleg Rimpoche:

"El cumplimiento de la práctica Budista es la realización de los tres kayas: Dharmakaya, Sambhogakaya, y Nirmanakaya. Estos son los tres cuerpos del Ser o iluminación de Buda. El Dharmakaya se corresponde con la mente, el Sambhogakaya con la palabra, y el Nirmanakaya con el cuerpo".

Y nos dice más adelante:

"La idea de los tres cuerpos no debe conducirnos erróneamente a pensar que existen tres entidades diferentes. El Dharmakaya y el Sambhogakaya no se refieren a entidades en tanto que estados existenciales de Ser, y solamente el cuerpo del Nirmanakaya es creado de nuevo en forma física. En realidad los tres kayas son dos cuerpos – el cuerpo sin forma y el cuerpo de la forma. Tanto el Sambhogakaya como el Nirmanakaya son llamados normalmente los cuerpos de la forma del Buda, mientras que el Dharmakaya es sin forma".

Y sigue más adelante:

"Sin embargo, los tres kayas no son completamente independientes uno del otro. Siempre están interrelacionados, y cuando se abren completamente, son inseparables uno del otro. El Nirmanakaya y el Sambhogakaya se manifiestan básicamente del Dharmakaya, en otras palabras, ambos aspectos de la forma de un ser Búdico son dependientes del cuerpo sin forma. El Dharmakaya es el origen o campo sobre el cual se basan los otros dos".


Cuando llamamos al Sambhogakaya el “cuerpo de la forma”, no queremos decir forma física sino forma en el sentido de manifestarse y ser determinada, como opuesto al Dharmakaya, el cual es sin forma porque no es determinado. El Sambhogakaya es determinado porque, a pesar de que no es físico, se manifiesta de diversas maneras. Si el Sambhogakaya es realizado plenamente, entonces uno puede recibir diferentes enseñanzas y significados de muchas fuentes naturales, tales como el sonido, la visión, etc.

A su vez el Sambhogakaya da origen al Nirmanakaya, el cual es realizado a través del cuerpo físico, y encarna tanto los aspectos del Sambhogakaya como los del Dharmakaya. El Nirmanakaya es físico en su esencia y está situado históricamente, de manera que cuando hablamos acerca de que Buda Sakyamuni alcanzo la iluminación en Bodh Gaya, dio enseñanzas en Varanasi, y al final logro el paranirvana en Kushinagar, estamos describiendo el aspecto del Nirmanakaya.

Así el cuerpo Sambhogakaya se convierte en el mediador entre la naturaleza del Ser, que se manifiesta en lo físico o la forma que es el Nirmanakaya y la naturaleza del Ser en su aspecto vacío que es el Dharmakaya. Siendo importante tener presente lo dicho: Sin embargo, los tres kayas no son completamente independientes uno del otro. Siempre están interrelacionados, y cuando se abren completamente, son inseparables uno del otro.


De la experiencia de la transfiguración, pasamos a la experiencia de la transubstanciación, donde el cuerpo de Resurrección surge. Leamos y comentemos el siguiente extracto escrito por Leo Schaya, fundador y editor de la revista "Connassaince des Religions " (extraído del artículo publicado en la misma revista: vol VIII, nº2, Septiembre 1992):

"En la medida en la que este cuerpo de transfiguración de Cristo es intrínsecamente de naturaleza sutil-celeste, corresponde también al aspecto individualizado del Sambhogakaya o cuerpo de gloria de Buda".

Y continúa más adelante:

"Bajo su forma de gloria celeste, el cuerpo de Cristo es a menudo representado rodeado del «arco iris» del que habla Ezequiel (I, 28) y, a continuación, el Apocalipsis de San Juan (IV 3), en su descripción de Aquel que está sentado sobre el trono divino. Esta forma celeste es la revelación suprema del hombre individual, mientras que el arco iris simboliza su transmutación en la forma esférica y puramente luminosa del Hombre universal, el conjunto de estos aspectos correspondiendo a los del Sambhogakâya".

Comentario: El artículo se refiere al hombre individual como la forma particular que toma el Nirmanakaya en el mundo físico, significando también al hombre nuevo que surge del proceso de realización, dejando atrás al hombre viejo, que carece de verdadera individualidad sagrada. Siendo el Hombre universal el cuerpo Sambhogakaya por su naturaleza como “Unidad Múltiple Perfecta”, siendo este cuerpo el mediador astral entre lo individual y lo universal, entre la unidad y lo múltiple.

"En efecto, en el budismo también, el Cuerpo de Gloria, sinónimo del Cuerpo de Arco Iris, es descrito como el cuerpo más elevado que puede ser alcanzado por el yogui que está todavía en el Samsâra (la existencia individual); es comparable al cuerpo glorificado del Christos, tal como los discípulos lo han visto sobre la Montaña de la Transfiguración. En el Cuerpo de Gloria, se dice que el Maestro en yoga puede existir durante eones, poseyendo el poder de aparecer o de desaparecer a voluntad en los numerosos lugares de existencia del universo entero.

Pues bien, antes de pasar de este cuerpo de transformación o transfiguración terrestre y celeste de Cristo a su cuerpo universal, es necesario, en el ámbito individual-humano insertado en el de la Iglesia, mencionar todavía el Corpus Christi sacramental de la Eucaristía, que perpetúa el don de si del Salvador a la humanidad y permite a esta comunicarse con la Presencia real. Este Cuerpo sacramental es idéntico, en su totalidad intrínseca, al Corpus mysticum de Cristo, que reúne a todos los miembros de la Iglesia y prolonga su Cuerpo puramente universal, del que vamos a hablar ahora"
.


Comentario: Por tanto, el cuerpo de resurrección incluye la transubstanciación, o cuerpo sacramental, también citado como Corpus mysticum. Este cuerpo es universal, es un cuerpo donde el “ego individualista” ya no cabe, es un cuerpo que se comparte con la sangre y la carne de todos los seres. Este cuerpo puede situarse en el lugar de los demás, e intentar sacarles de su sufrimiento, es capaz de padecer toda la pasión y vía crucis del Cristo. Porque sabe compartir, porque comprende la universalidad de todos los seres, formando un cuerpo místico.

"El Cuerpo universal de Cristo se identifica con la manifestación total del Logos o Verbo de Dios, en tanto que él es la fuente unánime de todas las religiones y las transciende por ello mismo, incluido el cristianismo; todas las revelaciones se religan a él, de una manera o de otra, cada una reclamando ser la expresión directa de la Palabra del Principio. Es la esfera supra-formal, que comporta en fusión espiritual y sin confusión cualitativa, los arquetipos eternos o esencias divinas de todos los seres, en el estado inmanente. Es la Forma o Imagen integral de Dios, más allá de toda forma o imagen particular; es su Verbo omnipresente, por el cual, según el Evangelio de San Juan, «todo ha sido hecho»: en él está «la Vida», la «Luz de los hombres». Es la «Verdadera Luz», que corresponde a la «Clara Luz» de Buda, unida, desde el punto de vista inmanente, a su «Compasión viniendo a liberar a todos los seres», por lo mismo que, según el Evangelio, el Padre, por amor, ha enviado a su Hijo para salvar al mundo. Esta misma Luz se encuentra, en el estado transcendente, «en el seno del Padre», y «Lo hace conocer», El, el «Dios, que nadie ha visto jamás» y al cual corresponde Shuñnya, el «Vacío» que, en sí, es la Plenitud absoluta, el «Cuerpo de Verdad».

Comentario: De modo que el cuerpo Sambhogakaya hace de mediador astral, para llegar al cuerpo de la verdad que es el Dharmakaya: el «Dios, que nadie ha visto jamás» y al cual corresponde Shuñnya, el «Vacío» que, en sí, es la Plenitud absoluta, el «Cuerpo de Verdad».


Jesús comparte el pan y el vino de la unción gnóstica con sus discípulos, porque ya está en disposición de glorificar el Verbo, sabe lo que ahora debe de hacer y padecer por todas las diferentes partes del Ser, por todos los diferentes seres del mundo. Digamos que en el Sambhogakaya, viene a manifestarse todas las infinitas posibilidades, que el verbo puede crear en el espacio, de ahí su universalidad, de ahí que puede compartir con todos de modo ecuánime, de forma eucarística. El Verbo crea y comparte su amor, su sacrificio; y como hemos citado: El Sambhogakaya está conectado con la comunicación, tanto a un nivel verbal como no verbal, y está también asociado con la idea de relación, así que esta palabra aquí significa no solo la capacidad de utilizar palabras sino la habilidad de comunicarse a todos los niveles. Porque en su naturaleza “múltiple y perfecta” se convierte en el revelador con su habilidad de comunicarse a todos los niveles, con todas las diferentes partes del Ser, que comparten su naturaleza con la infinitud.

Pasando como cita el artículo de una individualidad terrestre (Nirmankaya) a una universalidad (Sambhogakaya): El Cuerpo universal de Cristo se identifica con la manifestación total del Logos o Verbo de Dios. Para finalmente llegar al cuerpo de Verdad o Dharmakaya.

Estimados lectores, nos quedara comentar sobre el cuerpo de ascensión y su correspondiente cuerpo del Darmakaya.

Atentamente:

 Rafael Pavia.     16/ 07/2017.










No hay comentarios:

Publicar un comentario