miércoles, 27 de septiembre de 2017

La Union y la Conciencia

La Union y la Conciencia

Existen dos tipos de union la del ego y la de la conciencia, la primera, la del ego: es cerrada, exclusiva, dice "somos nosotros", es la union sostenida en el orgullo de ser de un equipo de futbol, de un club, de un país o cultura, es la union que busca protección con sus asociados, con la protección, busca la seguridad, la fuerza, etc., pertenecer a una asociación, grupo, club, iglesia, logia, etc., nos da la confianza que en principio no encontramos dentro de nosotros. Este tipo de union del ego, se ubica en la periferia, es decir forma un circulo, como una especie de muro, para protegerse de los que andan fuera de su circulo, pero la trampa del muro, es que tampoco te deja salir; es decir te encuentras dentro de tu circulo-muro protegido, amparado, pues te salva de los que andan fuera de tu circulo-muro, ya que hay un filtro, una guardia, que no permitirá entrar dentro del circulo, ha aquellos que puedan dañar la union, de los componentes del circulo. Pero al mismo tiempo que te se ofrece la seguridad y la confianza del grupo, también te se obliga a permanecer fiel al grupo, estando la libertad restringida, pues no puedes salirte del circulo-muro. De hecho en muchas ocasiones salirte de grupo, significa alta traición, por lo que debes guardar fidelidad o tu sentencia será el ostracismo, el destierro, o aun peor.


No siempre los grupos se consideran los mejores, hay clanes, organizaciones que saben que son inferiores o mas débiles que otros grupos, pero como saben que al pertenecer a otros grupos, no serán admitidos, pues se aferran a su núcleo, e intentan mantenerse unidos y fuertes con su medios y opciones. La union del ego es jerarquizada, de tipo vertical, el que manda o preside, es el símbolo de su fuerza, de su convicción, de su seguridad, traicionar al superior es penado severamente. En la union del ego, el miedo sostiene la jerarquía, el poder, la fuerza.

La union de la conciencia, por ejemplo la que se plantea en la Logia Blanca, es decir la logia de los hombres despiertos y conscientes, es totalmente diferente a la union del ego. La union de la conciencia, es abierta, es tolerante, en esta union se dice: "Somos todos", es incluyente, no separatista, su ubicación es un centro sin circunferencia, sin muro, sin limitaciones, pues es totalmente abierto. Su jerarquía se basa en el respeto por quienes han demostrado su experiencia y sabiduría. La logia blanca o la union de los hombres despiertos, es totalmente abierta, sus miembros están formados por aquellos que han comprendido que, entre Dios y e hombre no hay intermediarios, es decir que los miembros la LB son todos Gnósticos, esto es conocedores de la union de ellos y Dios, siendo que en dicha union no caben intermediarios.


La union de la conciencia por tanto es totalmente abierta, es como el "ojo de Dios", este ojo esta formado por todos los ojos, de todos los seres, por lo que la visión es múltiple y omniabarcante. De modo que cuanto mayor es la union con Dios, mayor es la apertura y la unidad de todas las cosas y seres. En la apertura y visión de Dios, no puede haber miedo, ni temor, pues el miedo y el temor cierra puertas, y se cierra en si mismo, el miedo es todo lo contrario a la apertura; la apertura se da en un corazón confiado, en una conciencia segura de que Dios todo lo une. La union consciente y su apertura no tiene puertas que cierren o abran, hay completa abertura; no hay temor a lo que hay fuera del circulo, porque no hay ni circulo, ni muro, ni limitación.

Los aspirantes a la LB, pueden creer que no es posible tal apertura, pues hay que ser herméticos y no permitir que lo sagrado sea corrompido por los impíos o no cualificados, . Aquellos gnósticos que conocen la conexión directa con Dios, saben que no se pueden poner fronteras, limites, muros, que cierren el paso de la compasión; hay que comprende que aquellos que aun pretenden unir con el ego y sus condiciones limitantes, poseen una visión parcial de Dios. Como hemos dicho cuanto más unidos a Dios, mayor será la visión y amplitud de miras, mayor será la comprensión, eliminando así los muros o limites de nuestro ego.


Todas las escuelas de iniciación del pasado y de presente, han sido herméticas, cerradas, excepto en las edades de oro de nuestras civilizaciones, donde si existía una apertura a todos aquellos que buscaban la gnosis. Pero llegadas las edades de cobre y hierro, es decir la decadencia de los valores humanos, las escuelas de iniciación se fueron cerrando al publico, permitiendo el acceso solo a los que pasaban pruebas de la iniciación, donde se debía de demostrar la honradez, nobleza y valentía, necesaria para adquirir la sabiduría. Así se forjaron los círculos herméticos, pero no debemos por ello olvidar cual es la union del Ser.

La Union del Ser, se basa en la conciencia cósmica, en la unidad múltiple perfecta, en el Padre cósmico común, La Unidad pertenece al Ser y su amor, su compasión y caridad, por tanto, es un error restringir la unidad, utilizando la herejía de la separatividad del ego. La union que uno concibe, depende de su visión, depende de su capacidad de conectarse con el Ser. La union por tanto es en realidad una apertura, donde la igualdad o el ser ecuánime prevalece, la apertura nos permite ampliar horizontes, comprender puntos de vista ajenos, compartir, confraternizar, etc. creando una hermandad donde todos somos hijos de un mismo Padre que es sabiduría, este es el Padre cósmico común; así tenemos la igualdad, la fraternidad y la libertad, que nos da la misma apertura.


Podemos decir que la union y la apertura nos dan amplitud de miras, una visión ilimitada, pero a ello debemos de añadir la profundidad, es decir una persona puede abrirse a todo lo nuevo, a todo lo que viene o surge ante el horizonte, pero ello también tiene el riesgo de perderse en un mar inmenso de puntos de vista. En realidad la ampliación debe de ir acompañada de profundidad, es decir que la visión no solo debe de ver el horizonte, sino que también debe de ver la base, el origen, de dicha visión. La profundidad de la visión o la apertura, se basa en comprender el origen de toda visión, pongamos como ejemplo las diferentes visiones que se han desarrollado sobre a divinidad en las diferentes culturas y civilizaciones; a parte de tener amplitud de miras y aceptar las diferentes visiones o concepciones de la divinidad, deberíamos ver como se originaron esas visiones, es decir ver cual es a fuente o e surgir de esas divinidades. Se plantea si esa divinidades son internas o externas y como se gestaron tanto dentro como fuera de nosotros, y si realmente hay un dentro y fuera. Por ejemplo Don Mario Roso de Luna, el insigne teósofo, decía que el dios Tlaloc, dios de las lluvias y las aguas de los antiguos aztecas, era el mismo Poseidón de los griegos o el viejo Neptuno de los romanos. La amplitud de miras y la apertura solo serán validas si van acompañadas de profundidad en la comprensión de la propia visión o concepción. La profundidad en la apertura o visión, nos acerca y une al propio Ser. 



Será realmente la ciencia del tantra o alquimia la que nos dará las llaves y abrirá las puertas para acceder a la profundidad de nuestra visión. En esta ciencia descubrimos el origen de nuestro existir, partiendo del chacra Sahasrara ubicado sobre nuestra cabeza, hasta la materialización del existir en el chacra Muladara, ubicado en la parte inferior de nuestra columna vertebral. El Tantra o alquimia, nos darán la clave para comprender y experimentar el origen, creación y disolución de nuestras visiones, percepciones y creaciones. En el misterio de la alquimia o tantra, encontraremos las claves para profundizar en lo que es realmente la visión, la concepción, la creación, etc., aportando también esta ciencia la comprensión de la disolución, la muerte, y la visión espiritual, mas allá de los sentidos físicos o materiales. Con el tantra o alquimia, comprenderemos la relación entre lo espiritual o vacío y lo material o la forma, ello nos dará una visión profunda de la realidad que nos rodea.


Conclusión: donde hay union debe de haber apertura, donde hay apertura hay ampliación de la visión, y esa visión amplia se valida en la profundidad o base que sostiene la propia visión.

Atentamente:

Rafael Pavía.                                     27/09/2017.


sábado, 9 de septiembre de 2017

Dimensiones del espacio y su función

Dimensiones del espacio y su función.

Todas las diferentes dimensiones del espacio, ya sean vistas desde la ciencia física con sus actuales teorías de las cuerdas, que nos dicen que deben de existir como unas diez o más dimensiones, como desde la visión del esoterismo, la teosofía, la cábala, las religiones con sus infiernos y cielos, etc. con todo ello hay que reconocer la multiplicidad de las dimensiones del espacio. Estas dimensiones están si o si, vinculadas con nuestra conciencia, es decir que, si nuestra conciencia no tuviera la opción de concebir las dimensiones espaciales, ni podría idear, ni investigar, ni percibir, ni experimentar dichas dimensiones. Por tanto, es obvio que las diferentes dimensiones de la naturaleza existen, el planteamiento teórico sobre las dimensiones del espacio solo es apto para los físicos teóricos, mientras que las otras perspectivas pueden ser más accesibles, en el esoterismo hay mucha documentación y repertorio al respecto, pero insistimos solo mediante nuestra conciencia podríamos explorar y comprender la función de tales dimensiones.


Las explicaciones desde diferentes perspectivas sobre las dimensiones del espacio, van dirigidas a lo que es el origen y creación de nuestro universo, ¿cómo pudo y de donde surgió el universo? y ¿cómo el universo se va a disolver? Todo lo que nace, muere. Nosotros como microcosmos venimos a vivir los nacimientos y muertes de la rueda del samsara, siendo que debemos tomar conciencia de cómo se nace y se muere, de cómo se crea y se disuelve nuestra existencia, de ese modo también tomamos conciencia de lo que sucede a nivel macrocósmico.

Tomando conciencia de la creación o gestación de la existencia y de su disolución, encontraremos la función de las dimensiones del espacio, pues las dimensiones permiten que, desde lo más sutil, es decir la substancia primigenia, se vaya cristalizando y formando todo lo existente. La substancia primigenia en el esoterismo es el electromagnetismo del Éter, lo que se denomina como Akash, equivalente al tattwa, vibración o sonido. Todo surge en su sutileza desde el verbo, por ello dice el evangelio de Juan que: “en el principio fue el verbo y que por él fue todo hecho”. El electromagnetismo de hombre y mujer, se contiene en el verbo, en la palabra, esto es la vibración que se emite y se recibe como una frecuencia vibratoria, es lo que hace que el poder del verbo pueda crear. De la vibración o tattwa la substancia primordial pondrá en movimiento el aire, el halito divino, se pondrá en acción produciendo calor, de donde surgirá el fuego; de la combinación de fuego y aire, surgirá el vapor y la condensación del agua. Y del agua surgirá la vida que conocemos con el surgimiento de los elementos físicos o terrestres.


Lo más sutil se encuentra en nosotros en el chacra Sahasrara, sobre nuestras cabezas, allí está la substancia primordial del Shiva o el Espíritu Santo. Allí encontramos la dimensión espacial en su estado vacío, diáfano, puro y limpio, posteriormente viene la mente a visualizar o imaginar aquello que va a crear, es decir aquello que va a concebir, activándose el tercer ojo o chacra Ajna en el entrecejo, desde este chacra iniciamos la vibración o tatwa, que se manifestara como sonido en el chacra Visudha, en nuestra garganta, allí localizamos el akash, el sonido, la vibración electromagnética manifestándose, ahí debe conciliarse el macho y hembra, el elohim creador, el andrógino primigenio. Desde el verbo creador se activa el aire, el movimiento, la vida, que se ubica en el chacra Anahata, en nuestro corazón. Siguiendo el proceso de cristalización o materialización en el chacra Manipura, bajo el ombligo con el elemnto fuego, siguiendo el proceso en el chacra Svadhistana en nuestros órganos sexuales, con el elemento agua, para concluir la formación física o terrestre con el chacra Muladhara y su elemto tierra.


Entre el vacío existencial del chacra Sahasrara y la materialización del chacra Muladhara, se encuentran todas las dimensiones del espacio. Nuestra existencia recorre de arriba hacia abajo por nuestra columna vertebral todo este camino o proceso cuando nace, cuando viene a la existencia, y de regreso cuando se produce la disolución o muerte, volvemos a recorrer el mismo camino, pero a la inversa, subimos desde el chacra Muladhara, desde lo material o terrestre, hasta el chacra Sahasrara en el espacio insondable del espíritu y su vacío. Se supone que en nuestra rueda del samsara donde venimos a nacer y morir miles de veces, debemos de tomar conciencia de nuestra creación y destrucción, de nuestro surgir y de nuestra disolución. También se dice que en nuestro dormir y despertar diario venimos a vivir una pequeña muerte y un resurgir; toda la experiencia que se produce en el macrocosmos se produce igualmente en nosotros, tal como es arriba es abajo y viceversa, por tanto nosotros mismos somos el mejor laboratorio para experimentar la creación y su disolución.

Todas las dimensiones del espacio, son una única dimensión, que se percibe en nuestra misma experiencia, aunque nuestra inconciencia o ignorancia, no entienda ni comprenda el proceso, ya que por un lado nuca nos hemos preocupado al respecto; pero si ahora nos interesa conocer este misterio, sencillamente hay que dedicarse a observar nuestra realidad, y a comprobar lo que las tradiciones, en este caso hemos citado la tradición de oriente con su raja-yoga y kundalini-yoga, nos dicen al respecto.

En la tradición de la cábala, vemos como existen diez emanaciones, que explican todo el proceso de creación, que luego se recorrerá inversamente en su disolución; también las diez emanaciones se unifican en la totalidad o unida del Ser, todo se experimenta en nuestro Ser y es por medio de la autoconciencia, que podremos experimentar, percibir o vivenciar la misma realidad una, del Ser. De hecho, existe una correlación entre las emanaciones del Ser en el árbol de la vida y los chacras (Muladhara-Malkut, Svadhistana- Yesod, Manipura- Hod y Netzah, Anahata- Tipheret, Visudha- Geburah y Chesed, Ajna- Binah y Chonah, Sahasrara- Keter). Pero lo importante no es hallar una correlación exacta entre perspectivas de diferentes tradiciones, lo importante es vivir y experimentar en nosotros mismos, lo que a nosotros mismos nos sucede, es así de sencillo, lo único que requiere esta vivencia es dedicación, trabajo en investigarnos, en conocernos, en ver nuestra vida y nuestro Ser. 

Tengamos presente que todas las dimensiones espaciales que conceptualizamos, en nuestras teorías, creencias o tradiciones, viene a disolverse, cuando nuestra misma conciencia se diluye entre sus elementos y emanaciones, para quedarse suspendida en un vacío existencial donde solo la conciencia propia del Ser, queda. Este es un estado donde solo la luz puede reconocerse a sí misma, sin reflejos, sin imágenes, sin proyecciones o creaciones; solo la luz del Ser debe bastarse para reconocerse, entonces se descubre en verdad el espacio abstracto absoluto, ilimitado, infinito, insondable, ahí todo es Uno indivisible. La verdad en toda su dimensión se muestra en la luz increada del espacio abstracto absoluto, entonces veremos la vida tal cual es, sin proyecciones subjetivas, ni creencias sin comprobar, ni especulaciones posibles.


Esperando que cada uno de ustedes pueda ser plenamente consciente de sus vidas y de su espacio, seguiremos aportando nuestras reflexiones.

Atentamente:

Rafael Pavía.                                           9/9/2017.






  

jueves, 7 de septiembre de 2017

Más allá de los dioses

Más allá de los dioses.

En la antigüedad y en diferentes culturas se asumía y se asume el hecho de que los mismos dioses podían encarnarse en este mundo, para los antiguos egipcios no solo el faraón era un dios encarnado sobre la tierra, al faraón se le podía considerar la encarnación del propio Horus, o de su Padre Osiris, pero también se encarnaban dioses como Anubis y diferentes jerarcas de la justicia, también se encarnaban dioses como Hermes, Isis, Nut, Hadit, etc., los dioses usaban sus vestiduras y máscaras para sus rituales, entonces el Dios Anubis se ponía su máscara de chacal para hacer sus oficios. En el budismo también se encarnan dioses, el Dalai Lama actual es la encarnación del Buda Avalokitesvara, pero son muchos los lamas que fueron encarnaciones de diferentes Budas o dioses, como Manjuri, Amitaba, Heruka, Tara, etc. Así en muchas otras culturas las divinidades venían a encarnarse sobre la tierra, en la india diferentes gurús han sido considerados encarnaciones de Visnú, etc.


La relación que los hombres establecen con las divinidades pueden variar, por ejemplo, los griegos asumían que sus héroes eran hijos de los propios dioses, mientras que en el cristianismo se nos ha inculcado que solo existe un hijo de Dios y este fue Jesucristo, siendo un sacrilegio pensar que pueda haber otros hijos de Dios. Bueno en el cristianismo se nos considera a todos hijos de Dios, pero porque somos sus criaturas, es decir hemos sido creados por Dios, pero ser la encarnación del hijo de Dios es una potestad única de Jesucristo; para los judíos el que Jesús asumiera ser hijo de Dios fue el mayor de los sacrilegios. Sin embargo, los gnósticos consideran que el hijo de Dios, Cristo puede encarnar en todo aquel que se prepare espiritualmente. Por tanto, vemos que hay diferentes modelos entre las diferentes culturas sobre la relación de los humanos con los dioses, por lo que las consideraciones sobre lo divino o la deidad son diferentes, cambia mucho el politeísmo al monoteísmo: En el monoteísmo la figura de un único dios se hace todo poderosa, como un supremo dictador entre los humanos y su ley es fuerte e inquebrantable; mientras que en el politeísmo la divinidad es más humana, más cercana a lo terrenal, por lo que su ley es más tolerante, pues en sus dictámenes pueden intervenir diferentes perspectivas, de los diferentes dioses y sus atributos.


Por tanto, nos debemos preguntar ¿qué relación tenemos o hemos creado con lo divino? ¿en qué medida somos conscientes de nuestra realidad humana y divina? Podríamos aceptar un monoteísmo politeísta, es decir un Dios todo poderoso con un sequito de divinidades subordinados y jerarquizados al Dios único. Quizás estos planteamientos se nos hagan complejos y difíciles, pero en ello esta la razón de nuestras vidas, en la vinculación, concepción y relación que establecemos entre lo divino y lo humano, pues en ello esta nuestra opción de Ser. ¿qué somos? ¿de dónde venimos? ¿hacia dónde vamos? Estas preguntas se vinculan a todo lo comentado, pues ¿cuál es la naturaleza de nuestro Ser? no es acaso humana y divina. En nuestro Ser esta todo contenido, en nuestro Ser esta la totalidad de todo lo existente, de todo lo manifestado, de todo lo creado, podemos preguntar ahora ¿cuál es el origen de los dioses? ¿de donde surgieron? ¿cómo se crearon los dioses? Y si nos referimos a un dios único ¿cómo surgió? ¿cómo es? ¿con que finalidad nos creó? ¿podemos incluir al dios único en nuestro Ser? la repuesta a la última pregunta es Si, pues si no se pudiera incluir al dios único en nuestro Ser, no podríamos ni concebirlo, ni imaginar, ni percibirlo. Todo absolutamente todo está incluido en nuestro Ser, de no ser así, no tendríamos opciones de concebir la creación, ni lo divino, ni lo humano. Por tanto, en nuestra autorrealización intima del Ser, es imprescindible comprender ¿qué somos? Y como nos relacionamos con todo lo que nos rodea, pero lo principal es relacionarnos consigo mismos, pues es el único modo de conocer nuestra realidad, y reconocer que es lo que realmente sabemos y lo que realmente desconocemos. ¿hay algo más allá de los dioses o de dios? La respuesta es Sí, para los teósofos es la Seidad*, para los hindúes es Sat, para los egipcios Nu, de donde surge Tum, para los gnósticos es el Agnostos Theos.


En nuestro Ser, se encuentra todo y en los orígenes del Ser encontramos lo innato, lo eterno, lo no nacido, la luz increada que siempre fue. En Nuestro Ser encontramos la unidad no dual, es decir la unidad que lo incluye todo y nada divide, ni separa o excluye. El Ser asume todo lo inmanifestado y lo manifestado, comprendiendo que toda creación o manifestación ya sea divina o humana, surge de su propia naturaleza o realidad. Nada se le puede escapar al Ser porque todo lo incluye, así incluye: lo perfecto y lo imperfecto, lo eterno y lo temporal, la virtud y el pecado, la sabiduría y la ignorancia, el equilibrio y el caos. Todo lo incluimos en la escalera maravillosa del Ser y sus diferentes niveles; en el Ser incluimos el amor y la sabiduría y con ello debemos asumir nuestra ignorancia y nuestra falta de compasión, pues el Ser todo lo incluye. Por ello es importante observar cómo nos relacionamos consigo mismos, que capacidad tenemos de recordar lo que somos, esto es la capacidad del recuerdo de sí mismos. Con ello aprenderemos a ver lo divino y lo humano, aprenderemos a ver quién es Dios o los dioses, aprenderemos a ver al hijo de Dios. Y con ello aprenderemos a ver cómo nace, como vive, como muere y como resucita el hijo de Dios, ya que todo se encuentra en nuestro Ser.


En el Ser podemos encontrar nuestros demonios y nuestros dioses, podemos encontrar al diablo y a Dios, así podemos sentir miedo por el diablo y ese miedo es algo que nosotros hemos forjado, creado y sustentado; podemos sentir temor de Dios, ese temor puede verse como respeto ante su grandeza, o como un temor ignorante por el miedo a los castigos que Dios todo poderoso nos puede infligir, una cosa y otra la concebimos, creamos y sustentamos nosotros mismos, por ello es imprescindible el recuerdo de sí mismo. En este recuerdo de sí mismos, deberemos realizar una revalorización continua del Ser, en tal revalorización debemos descubrir que es lo que sabemos y que es lo que ignoramos sobre nosotros mismos, sobre nuestro Ser, sobre nuestra capacidad de Ser y saber.

En nuestro Ser encontraremos todo lo que consideramos externo e interno, en él encontraremos lo que consideramos macrocósmico y microscósmico, en el Ser esta lo de arriba y lo de abajo, en el Ser esta el cosmos y el caos. Siendo lo trascendental del Ser y su autodescubrimiento regresar a sus orígenes al Ser de Ser, a lo que siempre fue, es y será. Más allá de los dioses encontramos al Ser innato y su gnosis perene.



Atentamente:

Rafael Pavía.                                          7/9/ 2017.


*Seidad: (Be-ness, en inglés) Término inventado por los teósofos para expresar de una manera más exacta el significado esencial de la intraducible palabra Sat. Esta última voz [sánscrita] no significa "Ser", porque presupone un sentimiento o alguna conciencia de existencia. Pero como el término Sat se aplica únicamente al Principio absoluto, a la Presencia universal, desconocida y siempre incognoscible que el panteísmo filosófico postula en el Kosmos, denominándolo base radical del Kosmos y el Kosmos mismo, la palabra "Ser" no era adecuada para expresarlo. En efecto, la voz Sat no es siquiera la "Entidad incomprensible", como traducen algunos orientalistas, puesto que no es una Entidad ni tampoco una no-Entidad, sino ambas cosas a la vez. Es, segun se ha dicho, absoluta Seidad, no Ser; el Todo único, sin segundo, indiviso e indivisible; la Raíz de la Naturaleza visible e invisible, objetiva y subjetiva, que ha de percibirse por medio de la más elevada intuición espiritual, pero que jamás debe ser plenamente comprendida.