domingo, 13 de noviembre de 2016

El oculto tiempo del saber espiritual



El oculto tiempo del saber espiritual.

Esta vez nuestra historia se mezcla entre la realidad y lo que fue posible, pues hubo un tiempo y un lugar en que la sabiduría de los más grandes maestros se reunió, para dar germen a una futura enseñanza que se daría cuando la humanidad estuviera en su más oscura época, esa oscuridad ha llegado y el germen debe surgir y florecer.

Alejandro Magno el gran conquistador llego hasta el rio Indo, uniendo la cultura griega con la asiática, con los hindúes; en aquellas tierras se formó el imperio Greco-hindú de Bactrania. Posteriormente este imperio fue invadido por una tribu de los  Yuezhi (yüeh-chi), la llamada kushán, procedente de la moderna Xinjiang (China), fundándose el imperio Kushán, que adquirió la influencia de la cultura griega ya establecida allí; pero no era la única influencia cultural y religiosa, en aquella época y lugar existía y confluían en un sincretismo extraordinario el chamanismo, el budismo, el hinduismo, el zoroastrismo, el maniqueísmo y el cristianismo gnóstico.

 
                                                              Imperio Greco-Bactranio
Imperio Kushan

Según el apócrifo del siglo III, "Hechos de Tomás" el apóstol Tomás era arquitecto, y habría sido invitado por el rey Gondofares de la India a construirle un palacio. Tomás recibió el dinero para la construcción y lo distribuyo entre los pobres. Cuando el rey quiso ver el palacio, Tomás le anuncia que, al dar el dinero a los necesitados, le edificó al monarca un palacio en el cielo. El rey se irrito y lo arrojo a la prisión, pero más tarde lo perdono, pues el hermano del rey vio en sueños un palacio majestuoso que el Apóstol Tomas había construido en el cielo. Esto ocurrió en el final del imperio de Bactrania lo que es el actual Pakistán y norte de la india. Así el cristianismo gnóstico fue exportado por el apóstol Tomas y más tarde reforzado por todos los cristianos gnósticos perseguidos por la iglesia apostólica románica de los primeros siglos de nuestra era. 

Apóstol Tomas

Fue la influencia cristiana gnóstica la que introdujo la alquimia dentro de la corriente budista, confluyendo y surgiendo en el budismo como las enseñanzas del Tantra, posteriormente impulsadas en el siglo IV por el Maestro Asanga y su hermano Vasubandhu e inspirados por el buda Maitreya. Estas enseñanzas se convirtieron en el germen que hoy pueden ser un tesoro espiritual para estos tiempos.

Lo que pudo suceder, pudo ocurrir así:

En el imperio kushán, el emperador Vasudeva I (195-225) tenía una sobrina llamada Anjali (ángel mensajero), la quería como una hija. Ella se casó joven y enamorada de un noble y valiente guerrero, pero su felicidad duro muy poco, solo paso un mes de su feliz matrimonio cuando su noble marido murió en un accidente durante una cacería. Anjali se sumió en una tristeza tan profunda que su dolor conmovió a todo el imperio, su tío Vasudeva se prometió que su sobrina dejaría de sufrir, para ello convoco a los más sabios del lugar, uno tras otro, chamanes, budistas, zoroastrianos, maniqueos, etc., pasaron por palacio para consolar a Anjeli, pero el consuelo no venía. Finalmente llego un joven que había sido bautizado y enseñado en la iglesia de Kodungallu, una de las siete iglesias creadas por el apóstol Tomas en la india. El Joven cristiano había recibido en su bautizo el nombre de Abiel (sirviente de Dios), al ser bautizado recibió las enseñanzas alquimistas. Abiel como buen cristiano divulgo sus enseñanzas y llegando a la región de Gandhara pudo recibir las enseñanzas del tantra budista que en esos tiempos se impartían de forma velada, así Abiel tenía una formación espiritual amplia y bien aprovechada. 



Abiel se acercó a Anjali y le hablo diciendo:

Abiel: sabes que hubo un ser que sufrió mucho más que tú, fue martirizado, crucificado y muerto en una cruz.

Anjali, no podía creer que alguien en este mundo pudiera haber sufrido más que ella, entonces pregunto Anjali:

Anjali: y porque lo martirizaron y sufrió tanto, ¿por un amor imposible?

Abiel: Si fue por amor, por amor a todos, por amor a la humanidad entera. Él, Cristo amaba a todos y a todas las cosas, Porque era la encarnación misma del amor.

Anjali: yo también muero por amor.

Abiel: entonces haz que tu muerte sea útil, y sea útil para muchos. Enséñales lo que es el verdadero amor; aquel amor que es capaz de entregar su misma vida. Pero debe de ser un amor puro, sin deseos personales, ni deseos egoístas, porque si el amor nos puede salvar es porque nos mata y nos revive en el mismo amor.

Anjali: ¿Puede el amor matarnos y revivirnos?

Abiel: Si, sin duda, yo te enseñare el misterio del amor que esconde la cruz y el bautismo.

Anjali, le sorprendieron los comentarios y la confianza que Abiel tenía al hablar. Le encanto el enigma del amor, ese amor que mata y revive.


Abiel le mostro imágenes que representaban a cristo sobre la cruz, también empezó a mostrarle imágenes, del Buda Geruka, así como imágenes de Shiva y Sakti; todas las imágenes se relacionaban con el amor y la muerte, incluso las imágenes que representaban el acto sexual. Abiel le explico con claridad el misterio del bautismo, que era un acto de conversión mediante las aguas de la vida. Anjali fue entendiendo que el acto del amor, no solo era un acto físico que se registrara en el reino de los sentidos, sino que el amor traspasaba todo lo material y burdo, para llegar al germen mismo de la vida, el espíritu vivo, que da vida a todo y en abundancia. Fue entendiendo Anajali, que el amor que sintió por su noble marido solo era una parte del amor, una parte a la que le faltaba la sabiduría. Una sabiduría que ahora Abiel le mostraba. Anjali con avidez, fue estudiando, meditando y comprendiendo lo que Abiel le enseñaba sobre alquimia y tantra. Vio y comprendió que el acto del amor en la cruz, entre hombre y mujer, era un camino que nos libera de los sentidos ordinarios y el del sueño engañoso que nos provoca; el mismo acto del amor trascendente, nos eleva hasta los orígenes mismos del amor, del espíritu y de nuestro propio Ser. 

Buda Heruka

Anjali fue bautizada en el ritual cristiano, comprendiendo bien ella todo el simbolismo sobre las aguas de salvación, esas aguas que dan la vida, que son el génesis de nuestra propia creación. Angali decidió tomar el nombre de Estela para su nueva vida. Posteriormente tomo los votos sagrados del matrimonio con el mismo Abiel. Su amor ahora tenía un sentido trascendente, no solo buscaba el acto del amor para su satisfacción y placer, sino como un camino de búsqueda interior, una búsqueda que le permitiera alcanzar la sabiduría completa del amor y su verdad. Abiel y Estela se convirtieron en expertos alquimistas y maestros del tantra. Aun de modo velado, fueron instruyendo a numerosos discípulos aquí y allá; ellos como otros tantos fueron dejando una doctrina, que fue manteniéndose de un modo hermético. Estas enseñanzas perduraron por el tiempo hasta que el mismo Padmasambhava el Guru Rimpoche, llevo las enseñanzas al viejo Tíbet en el siglo VII.

Tantra-Alquimia

Un día Abiel le pregunto a Estela:

Abiel: ¿que es para ti el Amor?

Estela respondió: El amor es la misma vida, del amor surge todo, el amor lo renueva todo, el amor renace incesantemente una y otra vez. El amor es la salvación, el amor mata todo lo que nos ciega, el amor es sabiduría, el amor es la madre de todas las virtudes. El Amor se basta a sí mismo, porque es completo, por ello su sabiduría es innata y en nada se apoya, más que en el mismo amor.



Abiel: que hermosas y sentidas palabras, dime ¿y tan simple es el amor que nada necesita?

Estela: Del mismo amor, surge la sencillez, pues todo surge del amor. La humildad nace si tiene un destino adecuado, tal destino nos lleva a nuestro real Ser. Nuestro destino y origen surgen del mismo amor, allí encontramos nuestro Ser y a Cristo.

Abiel: entonces si toda virtud surge del amor, de ¿dónde surgen nuestros defectos?

Estela: Los defectos nuestros salen de nuestra ignorancia y de nuestro miedo.

Abiel: ¿y puede el amor hacer algo contra la ignorancia y el miedo?

Estela: el Amor y su divina compasión pueden alumbrar nuestro corazón, pero cuando estamos ciegos y temerosos, alguien debe mostrarnos la luz. Como tú lo hiciste conmigo.

Finalmente, Abiel le pregunto a Estela:

Abiel: ¿por qué el amor y la muerte se asemejan tanto?

Estela: El Amor que tiene el poder de la vida, mata todo aquello que oscurece nuestra conciencia, mata el miedo, mata la ignorancia, mata la soberbia, mata el egoísmo, etc. así el amor nos mata y nos revive en la luz.

Alquimia sexual en las aguas de la vida


La historia de lo que fue y de aquello que pudo suceder, tiene un protagonista único, el amor y la sabiduría que emanaron de Buda y Cristo, y de aquellos pocos supieron ver su luz. Desde Buda Sakiamuni hasta la llegada de Cristo, los misterios del tantra y la alquimia fueron velados y accesibles solo a unos pocos dados al puro amor. En un momento dado de la historia se unió el budismo y el cristianismo mediante la alquimia y el tantra, preparando un germen de amor y luz para la época de mayor oscuridad de la humanidad, ese momento ha llegado. Aunque el oculto tiempo del saber espiritual seguirá siendo solo para unos pocos.

Rafael Pavía.  13/11/2016.

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