jueves, 26 de mayo de 2016

Gnosis y libertad



Gnosis y libertad

La gnosis es un conocimiento salvador, que nos salva de la ignorancia y de nuestras propias limitaciones. Por ello la gnosis es el “conocimiento en sí”. Para adquirir la gnosis es imprescindible ser libres, tener el libre albedrio, que Dios o la inteligencia cósmica nos dio. Cuando hacemos uso de la libertad, si somos ignorantes cometeremos muchos errores, graves errores; pero la libertad de errar se compensa con la libertad de rectificar, de arrepentirse y generar la comprensión necesaria para no volver a cometer errores. El marco de libertad que nos da la gnosis, que es ilimitado, solo será provechoso si usamos la libertad con sabiduría. Por ello se dice: “que es de sabios rectificar”. 



Cuando realmente anhelamos esa auténtica libertad, ya libre de ignorancia y limitaciones, entonces tendremos que aceptar que: “somos nosotros los que nos debemos de adaptar a la gnosis y no la gnosis a nosotros”. Mientras se quiera acomodar la enseñanza a nuestras propias condiciones o limitaciones, es obvio que no podremos tener suficiente apertura, y por tanto libertad, para aceptar una sabiduría de orden superior a nuestras propias limitaciones e ignorancia. Así, mientras mantengamos un espacio cerrado, limitado, será poco o muy poco lo que podremos aprehender; por tanto, tendremos que ir reconociendo que ese espacio cerrado, se cierra por nuestros deseos, conceptos establecidos, premisas, condiciones, etc. siendo cada uno de estos aspectos barrotes o verjas que no dejan espacio de entrada a la Gnosis. Muy diferente es cuando nos abrimos enteramente a la gnosis, es decir que procurarnos adaptarnos a la gnosis; entonces se deben dejar todos los miedos y temores, porque como se podría tener libertad junto al miedo, esto resulta inviable.

Adaptarse a la gnosis, exige enfrentarse a nuestros miedos y temores, ese enfrentamiento se vive en el proceso de iniciación con la prueba del “Guardián de Umbral”. En esta prueba el candidato a la gnosis se enfrenta a sí mismo, se enfrenta a sus miedos, y si vence al Guardián del Umbral, empezara a abrir nuevos espacios en su interior, para que la sabiduría gnóstica ingrese en él. Y cada vez que uno se enfrenta a sí mismo, sin temor, abrirá más y más espacios, hasta que quede plenamente libre, creando un espacio incondicionado para que la luz del Ser se mueva sin obastaculos.

La libertad, no puede expresarse sin que medie el orden, la libertad sin orden, se convierte en caos, siendo una libertad entonces ignorante, limitada por el caos o ignorancia, ya que el caos, es tinieblas, es oscuridad; es decir lo contrario de la sabiduría, la luz y el orden. Por tanto, la libertad gnóstica se basa en un orden, en unas leyes, que el Maestro Samael denomina: "Las leyes del trabajo esotérico gnóstico". Estas leyes no restringen la libertad, sino todo lo contrario, son los medios para obtener la sabiduría y su consecuente libertad. Son leyes que se refieren a nuestro trabajo interior, a ordenar dicho trabajo, paso a paso. Estas leyes parten y se sostienen en los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia: 1º el morir psicológico, 2º el nacer o crear alma y 3º el sacrificio por la humanidad.



Entonces para adaptarnos a la gnosis, hay que abandonar nuestros miedos e ilustrarse, o conocer las leyes del trabajo esotérico gnóstico. Así en libertad y orden podremos realizar este camino lleno de auto-limitaciones, estas limitaciones son las condiciones que nuestro propio ego impone, esto es lo que llamamos Karma. El karma lo procesamos nosotros mismos, somos nosotros quienes gestionamos, nuestras condiciones y limitaciones, es nuestro ego y sus yoes, quienes nos ciegan, quienes nos agobian con su caos. Quien se enfrenta a sí mismo, se enfrenta necesariamente a su karma; ahora bien, las propias leyes del trabajo esotérico gnóstico, nos exigen orden a la hora de enfrentarnos a nuestro karma. Por lo que se requiere asumir los valores idóneos del Ser, para enfrentarnos a nuestras circunstancias o karma; al igual que se requiere de valor, templanza, la serenidad y ese principio de sabiduría para enfrentarse al Guardián del Umbral. Toda circunstancia o karma tiene dos aspectos, el externo, el que nos condiciona físicamente, por enfermedad, por circunstancias sociales, económicas, familiares, laborales, morales, etc. y el aspecto interno; en el aspecto interno debemos apelar a nuestra conciencia. Tenemos que recurrir a nuestra conciencia, para examinar, reflexionar y permitir que la luz del Ser nos pueda conceder los valores o virtudes idóneos para enfrentar y trascender tal circunstancia de nuestro karma. Trascender nuestro karma, no significa huir de él; de lo que se trata es de aprovechar tal circunstancia como una medicina para nuestra alma, para poder restaurar los valores carentes en nosotros, para que una vez obtenidos superar la circunstancia de tal modo que no nos afecte, ni nos limite, en nuestro camino hacia la sabiduría y emancipación gnóstica. Suele el “yo” echar la culpa a los demás de todos nuestros males, al yo no le gusta asumir sus responsabilidades, sencillamente quiere huir de lo que no le agrada, ni le satisface; el yo escoge siempre el camino fácil, quiere el yo su libertad, pero sin asumir sus errores, el yo cree que la culpa es de los demás, incluso reniega de Dios, del Ser, de la Ley, etc. Entonces la condición externa del karma, solo puede modificarse si apelando a la conciencia modificamos nuestra actitud frente al karma, al igual que tendremos que modificar nuestra actitud frente al guardián del umbral, eliminando el miedo.

Estimado lector, si realmente anhelas la libertad gnóstica, adáptate a la gnosis, conoce bien las leyes del trabajo esotérico gnóstico y no tengas miedo. Obtenida la libertad gnóstica en un espacio realmente incondicionado, hallaremos la Conciencia Cósmica; donde más allá de una visión egocéntrica de un yo individualista, viviremos la experiencia de una comunidad libre en el Cristo-centrismo. Entonces el tercer factor de la conciencia, el sacrificio por la humanidad, lograra su objetivo.

Atentamente:

Rafael Pavía. 25-mayo-2016.


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