Gnosis Auto-observación.
Cuando iniciamos la técnica auto-observación solemos caer en el error de incidir en aquello que observamos, es decir nuestros defectos psicológicos o el yo pluralizado, y apenas con un tres porciento de esencia libre intentamos observar toda esa jauría del yo; por ello decimos que se necesitan de esfuerzos y súper-esfuerzos para poder observar, comprender y eliminar al ego inconsciente. Pero pasado el tiempo vemos que sigue existiendo gran dificultad para aplicar la técnica de la auto-observación, parece que existe una gran carencia de conciencia ante tan voluminoso ego, haciéndose evidente aquello que cita Dante: “aunque tengamos paladar de acero y mil lenguas no alcanzaríamos a enumerar cabalmente todos nuestros defectos”. Por ello aludimos de nuevo a los esfuerzos y súper-esfuerzos como nos indica el avatar Samael:
<En la Comprensión Verdadera, en la comprensión Profunda, en la Íntima Comprensión de Fondo, sólo hay presión íntima de la Conciencia, presión constante nacida de la Esencia que llevamos dentro, y eso es todo. (Comprensión y memoria, Educación Fundamental.) >
Pero sigue faltando algo importante en toda esta cuestión y es comprender la naturaleza en si de la esencia y la conciencia, pues en carencia de la propia conciencia como vamos a ejercer o trabajar con la conciencia. Cuando se pregunta quien es el que observa solemos responder que la conciencia, pero la respuesta no es mas que un mero concepto intelectual, lo habitual es que pocos, muy pocos han experimentado en si mismos cual es la naturaleza propia de la conciencia. Por ello el Maestro Samael nos dice que la conciencia se expresa en muy pocas ocasiones en nuestra vida, quizás en un amanecer o contemplando el cielo estrellado, y en efecto así es, pocas en muy pocas ocasiones la esencia o conciencia se manifiesta, y ello es debido a que nuca reparamos ni incidimos en indagar su naturaleza. Mientras si que incidimos en observar al yo, nuca caemos en cuenta de quien observa. Y es por ello que no somos capaces de comprender lo que el Maestro Samael nos dice sobre la comprensión en la Revolución de la Dialéctica:
<Para experimentar la Verdad no se necesita esfuerzo alguno. La gente está acostumbrada a esforzarse en todo y supone, equivocadamente, que es imposible experimentar la Verdad sin esfuerzo.
Podemos necesitar esfuerzo para ganarnos el pan de cada día o para jugar un partido de fútbol, o para cargar un fardo bien pesado, pero es absurdo creer que sea necesario el esfuerzo para experimentar eso que es la Verdad.
La comprensión reemplaza al esfuerzo cuando se trata de comprender la verdad escondida íntimamente en el fondo secreto de cada problema.
No necesitamos esfuerzo alguno para comprender todos y cada uno de los defectos que llevamos escondidos en los distintos terrenos de la mente.>
Si en verdad supiéramos quien observa, si comprendiéramos la naturaleza de la conciencia, nos daríamos cuenta que la conciencia presiona en el silencio, en la concentración, en la contemplación, lo que equivale a hacer esfuerzos conscientes fuera del ámbito instrumental del ego, así añade el Maestro Samael en el libro la Gran Rebelión:
<Indubitablemente la conciencia solamente puede despertar a base de trabajos conscientes y padecimientos voluntarios.
Existen varios tipos de energía dentro de nosotros mismos, debemos comprender: Primera.- energía mecánica. Secunda.- energia vital. Tercera.- energía psíquica. Cuarta.- energía mental. Quinta.- energía de la voluntad. Sexta.- energía de la conciencia. Séptima.- energía del espíritu puro.
Por mucho que multipliquemos la energía estrictamente mecánica, jamás lograríamos despertar conciencia.
Por mucho que incrementáremos las fuerzas vitales dentro de nuestro organismo, nunca llegaríamos a despertar conciencia.
Muchos procesos psicológicos se realizan dentro de sí mismos, sin que por ello intervenga para nada la conciencia.
Por muy grandes que sean las disciplinas de la mente, la energía mental no logrará nunca despertar los diversos funcionalismos de la conciencia.
La fuerza de la voluntad aunque fuese multiplicada hasta el infinito no consigue despertar conciencia.
Todos estos tipos de energía se escalonan en distintos niveles y dimensiones que nada tienen que ver con la conciencia
La conciencia sólo puede ser despertada mediante trabajos conscientes y rectos esfuerzos.
El pequeño porcentaje de conciencia que la humanidad posee, en vez de ser incrementada suele ser derrochado inútilmente en la vida.>
Necesitamos identificar, descubrir, comprender, asimilar, introducirnos y entrar en el ámbito de la conciencia pues de no ser así todo esfuerzo se torna inútil. Investiguemos, inquiramos, ocupémonos de quien observa, experimentemos las cualidades naturales de la conciencia, así cuando nos sumerjamos en el espacio propio de la conciencia todo nuestro trabajo intimo tendrá el resultado esperado.
Atentamente.
Rafael Pavía. 5 – 12 – 2015.
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