Navidad
Cristo nació pobre, huyendo del mundo y del rey Herodes
Nació en la noche mas larga buscando la luz mas profunda
No tuvo casa que alumbrara su nacimiento llego de viaje
Una estrella ilumino el cielo como testimonio de su pureza
Cristo tomo forma en la pureza de su Madre Virgen, tan pura como el espacio, si el aire aun se contamina y arrastra el polvo, el espacio nuca puede ser contaminado ni mancillado; esa es la pobreza de Cristo, puro sin igual, a nada se aferra, y aun naciendo en un pesebre ninguna suciedad le afecta. Tres reyes lo veneraron pues Cristo rey de reyes es, uno negro para que Cristo resquebraje la oscura materia con su luz, un segundo blanco para que la materia se aliara con su naturaleza primordial, el tercero amarillo, dorado como el fuego del sol de donde Cristo vino; y las capas purpuras son vestiduras de realeza, de lo real de lo verdadero, de modo que lo material y lo espiritual se concilian en su origen homogéneo.
Cristo hace de su pobreza esa que es semejante al espacio su riqueza; el espacio es diáfano, claro, es simple pureza y sin embargo allí nace y muere todo, siendo la conciencia del Cristo la luz perpetua del día y la noche, la luz que es testigo de todo lo creado de lo ruin y lo virtuoso siendo Cristo ecuánime todo lo comprende, todo lo trasciende; en todo, su testimonio y presencia se convierte en luz, he ahí su infinitud.
Amen por siempre.
Rafael Pavia. 21- 12- 2015.
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