Las 7 Rondas y la Luz de la conciencia.
Siendo el Cristo Alfa y Omega, principio y fin de toda nuestra vida he historia, Él nos acompaña desde los inicios, desde los orígenes, hasta el presente. El Presente es el “fin”, es el “omega”, es la razón de Ser.
Cuando la noche aún no había sido fecundada por el Logos-Verbo y el amanecer creador aun no lucia su aurora, solo el vacío insondable y su silencio reinaban en un mar de “Luz Increada”. Y ya en el amanecer “la Luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron sobre ella” (Evangelio de Juan: 1:5).
“Todo es mente, Todo es mental”, y cuando concluimos la Gran Obra y con ello los doce trabajos de Hércules, aún nos queda la mente; eso le dice el M. Samael a su discípulo Juaquin Amortegui, en el capítulo “Platicando en México” del libro: “Las tres montañas”: –¡Oh! Joaco... En nombre de la Verdad quiero que tú sepas que cuando el YO se disuelve, queda en su lugar la mente... Indubitablemente ésta fue la "Causa Causarum" de mi caída...
Efectivamente después de concluir toda la Gran Obra, queda la mente. Porque todo surge de la mente y todo vuelve a la mente, por ello es imprescindible conocer la mente en toda su naturaleza, puesto que es el único modo de evitar nuevas caídas. Caídas que empiezan siempre con el deseo astral, que repercuten en lo vital y físico.
<Entonces los Dioses y los hombres lloraron como niños ante LA AURORA DEL GRAN DÍA CÓSMICO. El Logos Causal del primer instante recordó a los Dioses y a los hombres sus deudas kármicas y comenzó el peregrinar del hombre de un mundo a otro, hasta la Tierra, donde actualmente vive sujeto a la “Rueda de Nacimiento y Muerte”, hasta que aprenda a vivir gobernado por la Ley del Amor>.
Y también nos dice:
<Durante la Noche Cósmica el Universo se desintegra en Ain Soph y sólo existe en su mente y en la de sus Dioses, pero lo que en la mente de El y en la mente de Ellos existe, es objetivo en el Espacio Abstracto Absoluto>.
Lo que queda en la mente de Él (lo Absoluto inmanifestado, Ain Soph) y en la mente de Ellos (los dioses) existe “es objetivo en el Espacio Abstracto Absoluto”. Por tanto, aquello que queda en la mente, después de concluir la Gran Obra, se convierte en algo objetivo en el Espacio Abstracto Absoluto. Allí convergen y se unen la verdad relativa de lo existencial y la verdad absoluta de lo inmutable y eterno. Allí el origen y el presente se hacen plenamente objetivos, esto significa necesariamente que hemos comprendido plenamente la naturaleza de la mente. Permitiendo que la conciencia de “sí mismos” se haga plena en el Ser; Ser que comparte desde sus inicios la verdad eterna e inmutable que se expresa en la Luz de Cristo, y la verdad relativa que nuestro ego-demiurgo ha formado en su existencia relativa, temporal y circunstancial.
Aquello, que está “más allá del cuerpo, de los afectos y la mente”, es la verdad absoluta; que comprenderá en su totalidad la verdad circunstancial y relativa de la existencia; siendo esta verdad absoluta participe del silencio, del vacío, de lo diáfano, esto es de la plena claridad, de una luz increada, que nuca fue sepultada por las tinieblas. Pues lo increado, lo no-nacido, es lo no gestado o no reproducido, aquello que es atemporal y permanece ajeno a lo temporal o circunstancial. En ese estado es donde la Pureza es y será por siempre “Inmaculada”, sin mancha, y por siempre inmutable.
Conocer lo producido, lo activo, lo creado, lo gestado es conocer el mundo manifestado de nuestra mente. Todo nuestro cuerpo, todo nuestro organismo vital, todo lo psíquico o astral, se manifestará en la mente activa, o mente de las formas (que es nuestro Netzah del árbol de la vida). Más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente, tenemos que descubrir la “Mente Interior” donde la conciencia superlativa del Ser se manifiesta, con toda su inspiración e intuición, por medio de la luz de Cristo, que es Luz in-creada; una Luz atemporal que desde los inicios nos acompaña por las 7 rondas de la manifestación. Cristo es la Luz de la Mente Interior, esa que sabe guardar silencio, que sabe permanecer vacía, diáfana, y que por tanto no se aferra, ni se apega, ni desea nada que sea temporal.
“Yo Soy e camino, la verdad y la vida”
Atentamente:
Rafael Pavia. 12/04/ 2018.
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