Los beneficios espirituales del tantra o alquimia sexual, van más allá de cualquier concepto, creencia o moral. Citamos seguidamente un texto del Bardo Todol o libro de los Muertos Tibetano, donde destaca el beneficio de la practica tantrica, sobre los demás quehaceres espirituales, el fragmento corresponde al bardo de la “Verdad en Sí”, cuando ya el difunto a pasado por el bardo de la muerte y no ha podido liberarse por no reconocer su estado de Dharmakaya, o el Espíritu en su estado plenamente natural y puro:
< Si, en esta situación, no encuentra uno estas enseñanzas (el tantra), resultará inútil todo un océano de conocimientos teóricos. Los sacerdotes que siguen la regla, los monjes y los metafísicos que quedarán entonces confundidos, al no reconocer la verdad, deberán errar nuevamente por el ciclo de las existencias. La mayoría de los individuos ordinarios buscan la forma de escapar a este miedo y a esa angustia. Se precipitan en los abismos sin fondo de los estados de existencia inferiores en los que deberán sufrir.
Mas el yogui que ha puesto en práctica la enseñanza tántrica, aunque sea un ser inferior, sabrá, desde el momento en que vea las legiones celestes de los bebedores de sangre, como si reconociese a unos amigos, que se trata de las divinidades de consagración, y tendrá toda confianza en ellos. Se unificará con ellos y se convertirá en Buda.>
Bardo Todol.
Los practicantes de tantra o alquimia sexual, pueden reconocer con plena claridad las funciones de su mente y su energía. Comprenden los alquimistas que todo surge de sí mismo, que nuestra misma conciencia que es “Luz” reconoce todo el potencial de nuestra mente, tanto en su aspecto activo-creativo, como en su aspecto pasivo-vacío. La visión que nos proporciona la alquimia-tantra, sobre sí mismos es completa, no se basa en especulaciones intelectivas, ni en creencias, se basa en la experiencia operativa que se realiza en la practica del la alquimia-tantra.
<En un Templo del Limbo encontré también a Yogananda vestido con Cuerpos Lunares, honradamente se creía AUTO-REALIZADO y cuando le hice ver su error, cuando le dije: Tú no estáis Auto-Realizado, se llenó de gran asombro y me quiso formar discusión, fue necesaria la intervención del Maestro Superior del templo para que comprendiera su situación.
Jamás me pesará haberle advertido al Gran Yoguin, al noble YOGANANDA, el que tendrá que Reencarnarse para casarse y trabajar en la Novena Esfera, si es que quiere fabricar sus Cuerpos Solares para ingresar al Reino.>
Aunque parezca increíble, aquel que no ha practicado el tantra y sus enseñanzas, se vera sometido a sus propias ilusiones, aunque sean buenas ilusiones espirituales, como es el caso de Yogananda. Es por ello que los evangelios cristianos dicen que para el arrepentido solo hay una puerta estrecha y un camino angosto, para su salvación que viene ha ser el camino de la cruz o alquimia sexual. recordamos lo que dice el Bardo Todol: “resultará inútil todo un océano de conocimientos teóricos. Los sacerdotes que siguen la regla, los monjes y los metafísicos que quedarán entonces confundidos, al no reconocer la verdad, deberán errar nuevamente por el ciclo de las existencias”.
La verdad, solo es accesible cuando la luz de la conciencia ha sido levantada con el poder de la Sakti o el poder del fuego Kundalini, que levantándose por nuestra columna vertebral, ha sido conducida por los dos nadis o columnas: la columna solar-activa-creativa y la columna lunar-pasiva-vacía. Tal experiencia del tantra nos lleva a la disolución del “yo” y todas sus ilusiones y fantasías, lo que nos permitirá ser objetivos en toda la actividad exterior e interior de nuestra mente.
Para poder acceder al “Reino”, con los cuerpos solares, es decir nuestros cuerpos existenciales del Ser, llenos de la “Luz de Cristo”, debemos adquirir la visión tantrica, comprender el propósito real de la alquimia, esto es obtener a verdad mas allá de todo ilusión o fantasía. Alcanzado nuestro Buda interior, la iluminación nos muestra la realidad, de lo que somos, y de aquello que formamos con lo que somos, descubriendo así la plenitud del Ser. En la Plenitud del Ser, no puede existir el ego, pues el ego es una creación fantástica, es una ilusión que nosotros mismos hemos creado, quedando fascinados e identificados con nuestros sueños, con nuestros pensamientos, emociones, formas psíquicas y físicas, etc. Nuestro ego es nuestro sueño, nuestra fantasia e ilusión.
Aunque parezca paradójico para poder practicar adecuadamente la ciencia de la alquimia-tantra, es necesario ver, conocer, saber hacia donde se dirige y como dirigirse. Por ello los evangelios dicen, como nos recuerda el V.M. Samael: “para poder tener vino nuevo se necesitan odres nuevos”, es decir una visión nueva, esto es, una mente capaz de ver “la forma y el vacío, el vacío y la forma”. Esto es, comprender las funciones de nuestra mente, como percibe, como concibe, como crea, como disuelve, etc.
Llegar al reino con los cuerpos solares, es dar completa luz y comprensión a todo nuestro aparato psíquico, es decir la totalidad de nuestra mente. De modo que los beneficios del Tantra -alquimia, trasciende todo concepto o creencia espiritual, para llegar y alcanzar la pura verdad, aquella verdad que nos libera de la rueda del samsara con todas sus ilusiones y fantasías, que incluirán el nirvana de los Dioses. El Tantra alquimia es la vía directa que nos llevara a la realidad profunda del Ser.
Atentamente:
Rafael Pavía. 2/10/21017.
Rafael Pavía. 2/10/21017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario